Así es. Todo concluye al fin. Y tenemos tantas cosas por hacer!
Estaba por sentarme a escribir un post obligado, de esos que se vienen demorando y que después de Somero se me hace imprescindible.
Sin embargo, antes necesitaba escribir algo más emotivo, este minipost ñoño que espero opere de despedida de este evento que fue desafiante, emotivo y productivo para quienes lo organizamos. Y lo fue por la interacción con quienes vinieron y se sumaron a la propuesta.
Los días previos a este evento fueron duros, quienes vinieron lo habrán notado en nuestras caras, pero cada día que pasaba sobrepasaba al anterior y hoy, después de pasados unos días, seguimos emocionados.
Estamos emocionados porque sentimos que hay mucho por hacer. Sentimos que urge retener todas las ideas que surgieron. Miedo a que se nos escurran de las manos.
Necesitamos escribir, pensar, idear y poner en práctica nuevas ideas…
Pero también necesitamos (y lo hacemos) tomarnos unos minutos al día para pensar en los amigos que vinieron, pensar en aquellos amigos que nunca fallan, que acuden al llamado con entusiasmo; en aquellos que conocimos por primera vez en 3D, que vinieron con sus guantes de trabajo, picos y palas del futuro, para poner manos a la obra y disfrutar haciendo; aquellos que nos sorprendieron con su encanto, viniendo por primera vez a una fiesta nuestra porque los había invitado algún amigo o porque sí.
Gracias a todos por disfrutar, por comprometerse, por pensar más allá de lo establecido, por exigirnos, por saber divertirse y por hablar de SOMERO 2016 sin dudar que el año que viene volveremos a reunirnos en esta gran fiesta de fin de Verano que deberá ser aun mejor que la que la que ya pasó.
