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Pensando sobre la sociedad del comunal urbano

Make it co coperativeAnteayer los amigos de Communia nos invitaron a participar de una jornada en el Ateneu Candela. Lo que m谩s nos gust贸 fue que nos invitaban a un 芦Debat sobre el paper de les ciutats per cooperar i construir formes de Bon Viure禄.

Como la cosa iba de [[comunal]], empec茅 la charla por ah铆; pero realmente quise poner el acento en lo productivo y en la necesidad de compromiso por parte de quienes creen que la generaci贸n y el mantenimiento de un comunal ayudan a la construcci贸n de una ciudad mejor. Desde las Indias creemos que la mutualizaci贸n y cooperativizaci贸n de servicios, puede constituir, ante el declive del estado, el nuevo comunal, el que permitir谩 a la comunidad no descomponerse, organizarse retribuirse y autoconstruirse.

Sin embargo, confieso que no se si logr茅 que quedara muy claro. Me jug贸 una mala pasada el libro electr贸nico y no se si pude transmitir lo que quer铆a.

De todos modos las pas茅 muy bien y por eso quiero compartir lo que all铆 dije.

[spiderpowa-pdf src=禄https://carolinaruggero.com/files/2015/01/Terrassa_Caro.pdf禄]

Construyendo la ciudad del comunal urbano

El trabajo comunitario y ese bien p煤blico no estatal llamado [[comunal]] o [[procom煤n]], tradicionalmente materializado en las tierras comunales, constitu铆an el centro de la organizaci贸n econ贸mica y estructuraban el desarrollo de un sistema de bienestar social dise帽ado a medida de una comunidad. As铆, esta comunidad se organizaba alrededor de un sistema de producci贸n-cooperaci贸n. Este tipo de organizaci贸n evolucionar铆a m谩s tarde en el cooperativismo moderno.

Lo importante es que en no pocos lugares, la organizaci贸n econ贸mico-social de este tipo, sobre la base de la producci贸n com煤n generaba una variedad de servicios que iba desde bares u otros centros de ocio, a sistemas de previsi贸n social o seguros de vida.

Caracter铆sticas importantes de este sistema eran:

  1. El comunal estaba compuesto, entre otras cosas, por bienes de capital (las herramientas por ejemplo)
  2. La comunidad se organizaba econ贸micamente a su alrededor (organizando el trabajo y decidiendo sobre la utilizaci贸n de los beneficios)
  3. La riqueza generada por este trabajo y estos bienes de capital revierte en la comunidad.

El paso de un mundo descentralizado a otro distribuido

red_distribuidaHoy la productividad se multiplic贸 y la estructura de la comunicaci贸n se modific贸. Pasamos de un un mundo descentralizado hacia un modelo distribuido de comunicaci贸n, el mundo de Internet. Esto nos permite, comprar materias primas donde sea y, sobre todo, vender nuestro producto all铆 donde lo quieran comprar.

Cada vez es posible producir a menor escala, en realidad, cada vez es m谩s rentable. La [[crisis de las escalas|crisis de la econom铆a de escala]] hace que el 贸ptimo de rentabilidad se obtenga en una escala productiva menor. Esto quiere decir que podemos tener gran [[alcance]] para nuestra producci贸n de peque帽a escala. El resultado agregado es a lo que denominamos 芦[[globalizaci贸n de los peque帽os]]禄.

Adem谩s, el crecimiento de un discurso favorable, el de la econom铆a colaborativa, nos ayuda a generar una audiencia, un marco comprensivo, un clima favorable, un cambio cultural.

El antecedente del software libre

Con el [[software libre]]], ha aparecido un nuevo modo de producir y distribuir, cuyo centro no es la acumulaci贸n de capital sino el 芦[[comunal]]禄.

Un modelo en el que el mercado es de accesibilidad universal, [[disipaci贸n de rentas|elimina rentas]] -de [[propiedad intelectual]], de posici贸n, etc.- para centrarse en remunerar el trabajo y premiar la innovaci贸n y la personalizaci贸n que enriquecer谩n de nuevo el procom煤n. Un verdadero [[modo de producci贸n P2P]], que igual que sirve para producir software sirve para producir objetos materiales y todo tipo de servicios bajo una [[l贸gica de la abundancia]].

Del software a los objetos

glif_photo01La generaci贸n de un nuevo comunal, nuevas herramientas como la impresora 3D, las nuevas escalas 贸ptimas, las posibilidades de un mayor alcance a pesar de la peque帽a escala y la idea de innovaci贸n permanente en lugar de la obtenci贸n de rentas, posibilitan modelos de negocio a los que llamamos de [[Econom铆a Directa]].

La [[econom铆a directa]] entonces, genera [[disipaci贸n de rentas]] y se convierte tanto producto como vector de la globalizaci贸n de los peque帽os. En muchos casos, colaboran al aumento del [[comunal]] aportando a repositorios de software libre o haciendo [[devoluci贸n]] de sus innovaciones.

De ese modo la Econom铆a Directa es la antesala del [[modo de producci贸n p2p]], un modelo plenamente basado en el comunal que vemos ya en industrias como la producci贸n de muebles a partir de repositorios p煤blicos libres.

La relaci贸n con la Econom铆a colaborativa

I dont needLa Sharing Economy o econom铆a colaborativa no es m谩s que una etiqueta. Un gran paraguas de m煤ltiples significados que diferentes actores utilizan como marco para distintas causas, servicios, objetos, modelos de negocio, etc. Sin embargo, creemos que la expansi贸n del [[consumo colaborativo]] es un indicador de cambio cultural.

No nos interesa en este terreno la predominancia de una econom铆a desmonetarizada respecto de una monetarizada, tampoco la disminuci贸n del consumo. Ni siquiera sus aspectos m谩s 芦verdes禄. Nos interesa una audiencia creciente. Y nos interesa como forma de financiamiento. Porque la 芦sharing economy禄 puede generar sin embargo transformaci贸n social cuando, a trav茅s de los sistemas de financiaci贸n colaborativa (crowd sourcing) sirve de motor a la [[Econom铆a Directa]].

La sharing tiene entonces dos dimensiones interesantes:

  1. En tanto [[consumo colaborativo]], alienta un cambio cultural que reinterpreta los servicios p煤blicos
  2. mientras que como sistema de financiaci贸n industrial para proyectos de desarrollo del comunal productivo y de la [[Econom铆a directa]].

驴Es en si transformadora la 芦sharing economy禄?

No por si misma. En realidad, la clave que hace posible cambios sostenibles en las relaciones econ贸micas est谩 en el incremento de la productividad y eso est谩 ocurriendo en otro lado:

  1. desde la [[econom铆a directa]] -al empoderar a las PYMEs industriales, difundiendo el uso productivo del procom煤n digital, globaliz谩ndolas y multiplicando su productividad
  2. y desde el [[modo de producci贸n p2p]] tanto en inmateriales como el software libre, como, cada vez m谩s, gracias a un creciente [[comunal]] de dise帽o industrial, en la producci贸n de objetos de consumo.

Adem谩s, el simple hecho de compartir no significa generaci贸n de procom煤n. Sabemos bien que la mayor铆a de los casos de 茅xito se reducen a novedosas formas de alquiler que optimizan el acceso. Pero no son m谩s que eso, mercados o sistemas de alquiler aunque partan de modelos originalmente mutuales o comunitarios. Es cierto que priorizar el acceso frente a la posesi贸n, nos cambia la mirada y nos hace posible pensar en nuevos escenarios, pero sabemos que si eso es posible s贸lo gracias a una red centralizada, [[recentralizaci贸n|estamos perdiendo en otro frente]] (o en varios a la vez).

Sin embargo, tampoco es suficiente con desarrollar independencia de plataformas centralizadas. La simple soluci贸n a nuestros problemas de acceso a bienes o servicios a partir del compartir, no genera el tipo de interrelaciones y responsabilidades que caracterizan al [[comunal]]. Al rev茅s, por lo general, la mediatizaci贸n de plataformas en el intercambio, nos exime de la responsabilidad de construir relaciones, de observar necesidades comunitarias y organizarnos para darles respuesta.

Y es que la generaci贸n de comunal es importante como estrategia contra la [[descomposici贸n]] social en un momento de retirada estatal.

La mutualizaci贸n y cooperativizaci贸n de servicios

cajaA nuestro alrededor hay todo un universo de cosas sucediendo que apuntan a un cambio mayor:

  • La organizaci贸n del cuidado de ni帽os, 芦casas nido禄 o 芦jardines/parvularios rodantes禄, las cooperativas para la generaci贸n de energ铆a como Som Energ铆a, o para el acceso a Internet como Guifinet son ejemplos de nuevos comunales urbanos.
  • Los mercados como Open your Ganbara, las visualizaciones o cartograf铆as como Sharing Cities, Share and Save en Adelaida o la Cartografia col路laborativa dels comuns a la ciutat de Terrassa son ejemplos de acciones que facilitan el cambio cultural y tomar consciencia de que hay una alternativa comunal en marcha.
  • Kickstarter en el financiamiento de proyectos de proyectos productivos y Kiva en peque帽os emprendimientos via ONGs son ejemplos de financiaci贸n 芦no capitalista禄, donde nuevos proyectos productivos recogen el capital que necesitan para ponerse en marcha sin tener que ceder propiedad.
  • Las mutuas, los servicios complementarios al sistema de salud o a la intermediaci贸n laboral son ejemplos de aplicaci贸n de la l贸gica de construcci贸n de comunal desde las pr谩cticas cooperativas… aunque, cuando no est谩n basadas en una producci贸n en com煤n (una cooperativa de trabajo o un grupo cooperativo) como todas las cooperativas de consumo, tienden a difuminar las responsabilidades individuales y convertirse en sistemas burocratizados financiados colectivamente, no muy diferentes de los del estado.

Lo positivo de este tipo de proyectos y experiencias es que generan responsabilidad personal y comunitaria, fortalecen lazos sociales a la vez que construyen las respuestas necesarias a los retos urbanos actuales y dan forma a un nuevo tejido social y productivo. A una ciudad del comunal.

Algunas observaciones ex post

  • A partir de las exposiciones y de las conversaciones mantenidas m谩s tarde con los dem谩s indianos, se nos gener贸 cierta curiosidad respecto al enf谩sis en la artificialidad sobre los bienes comunales y sus posibles implicaciones y causas. El resultado del debate lo redact贸 David en un post espec铆fico ayer.
  • Por otro lado, la menci贸n al [[comunal]] siempre se hace en funci贸n de la capacidad de compartir y en consecuencia generar tejido social, lo cual es muy cierto; pero se le da poco o nada de lugar al origen y sentido productivo del comunal, de c贸mo generaba -y genera- valor y excedente y c贸mo esa generaci贸n revert铆a -y revierte- en la comunidad. Me produce algo similar a lo que siento cu谩ndo nos cuestionan el que aspiremos a ganar dinero por nuestro trabajo.

Carolina Ruggero, soci贸loga y experta en pol铆ticas p煤blicas

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