maxiposts

En directo desde Nairobi

samaritans
Hace unos días publicábamos en nuestra sección de enlaces interesantes, una historia que describía como un barrio de Nairobi, con una importante comunidad somalí, había encontrado un gran negocio en la ignorancia periodística de grandes cadenas informativas internacionales, brindando exclusivas de piratas somalíes.

Estas entrevistas a veces no resultaron ser exclusivas, muchas veces no fueron hechas a somalíes y en ninguno de los casos a piratas. Así lo explican quienes participan del emprendimiento:

Fingimos porque tenemos talento… Ellos (los periodistas) fueron al jefe y dijeron que necesitaban piratas. El jefe vino y dijo que los hombres blancos necesitaban piratas. Dijo: «hazte pasar por pirata»

Si hay un nicho desatendido, inteligente es intentar servirlo: si hay mucha demanda de piratas y los piratas se encuentran haciendo cosas de piratas en alta mar, habrá que conseguirlos en algún lado. Si además el periodista o productor no creen necesario tener a una persona de confianza en la ciudad y no sabe distinguir a un somalí, mucho mejor!

Por supuesto el flamante «contacto local» se ocupará de hacer creer que él podrá acercarlos a los verdaderos laberintos sociales, a los que de otra manera jamás se podría acceder. «Bashir», por ejemplo, aunque jamás estuvo en Somalia, ya tiene una importante carrera como pirata para medios periodísticos y documentales.

Por qué actuaría un pirata en una película si tienen dinero? Los piratas tienen diero. ¿Por qué lo harían? No tienen tiempo para contar sus historias a los chicos blancos por dinero.

Otra veta audiovisual o «lo que aprendimos de las ONGs»

Al parecer, en Kenia la creatividad del sector audiovisual no se limita a la provisión de falsos piratas. Además de reírse de periodistas, directores y productores del Primer Mundo, también tienen ganas de reírse de las ONGs de cooperación internacional. ¿Por qué? seguramente porque las ven actuar día a día.

En esta línea, Xeinium Productions recaudó fondos en Kickstarter para su proyecto de serie de TV «The Samaritans», una comedia que, al modo de «The Office» parodia el mundo de las ONGs. Así, la historia tiene lugar alrededor de una supuesta organización de ayuda humanitaria llamada «Aid for aid» que, en palabras de su creador «no hace nada».

Yo no se si intentan perpetuar la desigualdad pero las ONGs internacionales -las de gran escala- se quedan atrapadas en la burocracia. Los miembros del staff saben que algunas de las políticas o las estructuras no funcionan pero la máquina es tan grande que ¿cómo puedes cambiarla?

Uno de los temas reflejados en los clips online es que alguna de la gente que trabaja en ONGs tiene complejo de mártir, sienten que hacen el bien pero cultivan hábitos que perpetúan el daño – maltratando al personal, teniendo reacciones defensivas insanas y ese tipo de cosas.

Condescendencia, complejos de mártir, pretensiones de superioridad moral e ignorancia son el verdadero drama de este mundo. Por suerte, algunos pueden reírse de eso, divertirse, intentar ganar dinero mientras lo hacen y dar una lección al mismo tiempo.

Carolina Ruggero, socióloga y experta en políticas públicas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.