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De mapuches, suizos y esquiadores

Bariloche_Punto Panorámico

Se dice que Bariloche es una deformación del término Vuriloche, que significa algo así como «gente distinta o diferente de atrás o del otro lado», denominación que recibían los indígenas que habitaron los valles del sector oriental de la Cordillera de los Andes antes del ingreso de los Mapuches.

En 1895, Carlos Wiederhold instala el primer almacén de «ramos generales», pero recién el 3 de mayo de 1902 se da carácter oficial de fundación al asentamiento que lleva el nombre de San Carlos De Bariloche. Carlos en homenaje a Wiederhold.

En Diciembre de 1894 resolví hacer un viaje desde Osorno vía Puyehue a Nahuel Huapi para conoser estos hermosos paisajes i encontre en esos tiempos mui pocos pobladores… Por Don José Tauschek supe que se podía abrir un camino entre los lagos del Nahuel Huapi i Todos los Santos

Así comienza la expedición de Don Carlos, que como los araucanos antes y los europeos después, llega a esta región navegando los lagos patagónicos desde lo que hoy es Chile.

boliche-viejo-butch-cassidy-and-sundance-kid-726x400Entre los años 1901 y 1905 vivieron en la zona los famosos ladrones de trenes y bancos Sundance Kid y Butch Cassidy, que por esa época tenían una estancia en las cercanías de Cholila, en el territorio de Chubut. Dejaron la zona al enterarse de que los perseguía un detective de la famosa agencia Pinkerton. Los bandoleros dejaron evidencia de su paso por la zona en los registros del almacén de ramos generales ubicado en el nacimiento del río Limay, a pocos kilómetros de Bariloche.

También desde Chile, pero oriundos del suizo cantón Valais, llegaron los Goye. Un apellido que hoy es prácticamente sinónimo de Bariloche y que cruzó el Atlántico hacia fines del siglo XIX para instalarse en la zona central de Chile, donde el gobierno ofrecía tierras para ser trabajadas. Después de 10 años, alrededor de 1895, los hermanos Félix, Camilo y María llegan al lugar que hoy es Colonia Suiza y deciden radicarse.

Valiéndose de carretas y carros, los Goye cruzan maquinaria, vacas, ovejas y aves de corral por los Andes, y se dedican a la agricultura y ganadería. Con su producción triguera y frutal (manzanas, peras, ciruelas, cerezas, duraznos) reciben numerosos premios nacionales por su calidad. La instalación de un aserradero da progreso y trabajo al lugar, permitiendo la construcción de casas que hoy constituyen un importante patrimonio. Con el paso del tiempo, otros suizos se asientan en la colonia.

Así, entre los colonos suizos, los bandoleros y la tienda de Don Carlos, va tomando impulso esta región a orillas del Lago Nahuel Huapi, a donde el verano posterior a su fundación oficial, arriban provenientes de Buenos Aires, los primeros visitantes que se auto titulan turistas: Aarón Anchorena, Carlos Lamarca y Esteban Lavallol.

Mas tarde, comienzan a abrirse las rutas de llegada a la ciudad hasta que en 1913 se termina de construir el primer camino para autos, gracias a la visita de Theodore Roosvelt y en 1912 se produce el primer arribo en avión.

En 1934, con la llegada del ferrocarril, el tiempo de los pioneros fue quedando atrás. Por esta misma época se iniciaron los deportes invernales como actividad recreativa vecinal. La primera competencia de esquí tuvo lugar en el Cerro Otto y participaron una docena de deportistas. Esa noche hubo baile social en el Hotel Suizo y se eligió por primera vez a la Reina de la Nieve.

Centro-de-BarilocheEn 1936 gracias a la inspiración de Ezequiel Bustillo, y con la dirección del arquitecto Alejandro Bustillo, se realizan importantes obras como el Templo Mayor, el Centro Cívico, el hotel Llao Llao, la capilla San Eduardo, el edificio de la Intendencia del Parque Nacional, la hostería Nacional de la Isla Victoria, la estación del Ferrocarril, el Hospital Zonal, etc. Los edificios que definen la identidad turística de la Villa hasta hoy.

Y así, como turista llegué yo también el mes pasado.

Mi Bariloche

viaje de egresadosCuando en Argentina alguien pregunta a un joven si este año viaja a Bariloche, se está refiriendo a si este año termina el colegio secundario ya que desde hace muchos años es el destino principal para los viajes de fin de curso, sinónimo de diversión nocturna y de primer viaje sin padres.

Además, Bariloche suele ser uno de los destinos cuando viajas «de mochilero al Sur» otro viaje iniciático bastante extendido.

Yo cumplí con los dos ritos pero no era la primera vez que visitaba la ciudad, ni la segunda…

Bariloche era importante para mi familia. Miles de recuerdos familiares estaban atados a esa ciudad, a Villa La Angostura, al Lago Mascardi, a Puerto Pañuelo, Al Cerro Lopez… y a muchos otros puntos atractivos de esa región.

Oma y OpaPero no sólo era parte del anecdotario de mi familia sino, a medida que pasan los años sigo confirmando, parte del relato de infancia ya no sólo de mi madre sino de varias de sus amigas. De sus amigas de origen suizo, austriaco o alemán. Todas recuerdan casi idénticamente ese viaje interminable en tren, con periódicos mojados pegados a las ventanas para que el polvo no impidiera la respiración al cruzar el interminable desierto; las paradas en la estación de Ingeniero Jacobacci donde te soplaba el viento. Todas recuerdan el ir a juntar frutillas o frambuesas, el ir a tomar el té a exquisitos lugares en medio de un bosque, en la ladera de una montaña. Todas recuerdan excursiones en los cerros Otto o Lopez, partir navegando desde Puerto Pañuelo, buscar desde algún punto extraordinario la extasiante vista del Cerro Tronador.

Es que los alpinos, sin importar su origen cultural, social o religioso, buscaron en esa región patagónica su refugio vacacional, en el que transmitieron a sus hijos costumbres de su propia infancia.

Y así es que Bariloche está metido en nuestros relatos familiares, con miles de anécdotas, sabores, recuerdos, aventuras y colores. Y así festejamos el 70 cumpleaños de mi madre este año. Mirando al lago.

Carolina Ruggero, socióloga y experta en políticas públicas

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