maxiposts

Cocinar como elección

Warhol-CampbellCada vez más platos preparados se pueden comprar hechos y muchos de estos precocinados además no son perecederos, por lo que sumando alguna fruta o verdura ocasional, puede tenerse una dieta bastante variada y hasta rica en la alacena.

Si tomamos como ejemplo una salsa de tomate sencilla o filetto, podemos aprender fácilmente que se trata de sofreír una cebolla y un pimiento cortados bien chiquititos o brunoise y agregarle el contenido de una lata de tomates en conserva. sofrito1Si disfrutamos de la experiencia, podremos darnos cuenta de cómo nos gusta más: ¿Con más pimentón? ¿con un chorrito de vino? ¿con un poquito de orégano? ¿Preferimos que el tomate sea fresco? También podemos comprar la lata de salsa filetto y tener rápidamente el aderezo para la pasta.

No veo nada malo en comer comida enlatada, pero sí creo que hay que saber cocinar. Aprender rudimentos de cocina sirve para poder modificar recetas y también para poder evaluar bien los incentivos diferenciales que conlleva la elección entre hacer la comida o comerla enlatada. Después de eso, cada cual elige lo que más le gusta.

Suelo trazar el paralelismo entre la cocina y la programación. Cuando alguien me pregunta por qué un niño debería aprender a programar, suelo decir que el aprender código no los obliga a programar, que es lo mismo que saber que el filetto lleva cebolla, morrón y tomate, después de saberlo elegís si te gusta así, si preferís agregarle zanahoria o si mejor vas al almacén, y ya que comprás los fideos, comprás la lata de salsa. La diferencia está en que sabiendo como hacerlo, podés elegir.

Lo loco de este paralelismo es que parece que pierde vigencia para graficar lo que quiero decir, ya que parece que los hackers de la salsa filetto son cada vez menos.

noecukHace unos meses me sorprendí cuando Cukmi.com iniciaba una campaña de selección de blogs de cocina para subir todos los días un par de recetas. Fundamentaban esta iniciativa en que un importante número de personas no sabían hacer más que un par de platos partiendo desde los ingredientes originales. cukmiComo estos datos provenían de una encuesta, quise buscar esta información pero lamentablemente Julián Gallo decidió «apagar» Cukmi, en una medida que sencillamente no entiendo, ni me voy a esforzar porque estoy demasiado decepcionada por enterarme de que esos enlaces de recetas que había puesto en el repositorio con la etiqueta «recetario», ya no dirigen a ningún lado. Supongo que los comentarios y conversaciones que el blog generó, también quedaron en la tarjeta de memoria de Julián, extraña decisión para un bloguero. Creo que se equivoca, que él mismo está destruyendo algo de libertad.

Y así es cómo este post, que iba de que aprender código es como aprender a cocinar porque hay que saber de qué se trata para después decidir lo que a uno le gusta más, ahora va de lo bueno que es compartir recetas en internet (no tan lindas quizás como lo permite un blog patrocinado), porque aquellos a los que nos gusta cocinar, buscamos referencias todo el tiempo, a las que seguimos al pie de la letra cuando se trata de algo que no hicimos nunca en la vida, o a las que usamos solo de inspiración para cocinar algo distinto.

En esta ocasión me despacho con mi súper descubrimiento culinario de los últimos meses, al que valoro mucho porque pensaba que era algo dificilísimo y resultó ser una pavada, que de tan pavada se está convirtiendo en plato habitual del recetario indiano.

El Pionono

piononoSi usted está esperando que la definición de Pionono sea «Dulce muy especiado en forma de mitra, hecho originalmente en homenaje a Pío IX, en Santa Fé, cerca de Granada», no es eso lo que va a encontrar.

Si usted en cambio es de los que no entienden qué hace Santa Fé cerca de Granada, mucho menos que el Pionono tenga forma de mitra y está esperando que la definición apropiada sea «arrollado dulce o salado que en una de sus versiones viene con dulce de leche y en la otra es considerado plato típico en navidad o año nuevo», se acerca un poco más a la idea de pionono que tenía yo hasta hace poco tiempo.

Resulta que muchos llamamos pionono al ingrediente principal de todos estos preparados: a esa fina lámina de bizcocho con la que se preparan tanto los dulcecitos andaluces o el Brazo de Gitano, como los platos dulces y agridulces en América. Mi preferido de los dulces: el arrollado de dulce de leche, con baño de chocolate o sin él. También me gusta como queda sin enrollar, sólo poniéndole un poco de dulce de leche o crema/nata (o ambos) con frutillas frescas o duraznos en almibarar cortaditos y trozos de merengue. Pero la forma de comer este bizcochuelo que más me gusta es su forma salada o agridulce.

Pionono 1Una de las opciones para esta versión consiste en untar con mayonesa (aunque también queda muy rico con queso crema o tipo Filadelfia) la masa extendida, agregarle lechuga, tomate, jamón, queso, aceitunas, pimiento asado, huevo duro o la combinación que más nos guste: palmitos, pollo y salsa golf, atún, mayonesa y huevo.

Pionono 2Sé muy bien que aquellos que encuentran esta plancha de masa en cualquier almacén o supermercado, piensan que es algo complicado de hacer. Eso mismo me parecía a mí hasta que un día me antojé de pionono y, como acá no lo venden en cualquier lado, me decidí a averiguar como se hacía:

Pionono 3

Ingredientes

3 huevos
50 gr. de azúcar
50 gr. de harina

Yo además le echo un chorrito de esencia de vainilla, y algunas recetas llevan Maizena y otras una cucharadita de miel. Todo eso es cuestión de gustos.

Lo importante es saber que hay que batir el azúcar con los huevos a punto letra, esto quiere decir hasta que cuando levantes el batidor puedas dibujar la inicial de tu nombre con el hilo de mezcla (o aunque sea un palote).

Después hay que integrar la harina y el chorrito de vainilla de manera envolvente.

Pionono 4Poner una hoja de papel manteca o de horno en una placa o fuente, verter la mezcla de manera pareja y cocinar en horno moderado hasta que se dore suavemente la superficie.
Quitar la masa con papel y todo, enrollarla ayudándonos con un trapo o repasador mojado cuando todavía esté tibia. Esto es para que no se nos rompa cuando queramos enrollarlo ya con el relleno.

El resultado: una receta fácil, hackeable, personalizable y también posible de ser comprada en la confitería. Podés hacer lo que más te guste.

Carolina Ruggero, socióloga y experta en políticas públicas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.