Estoy en Bilbao, primer día de la última semana en el que puedo dormir un poco más. Estoy sola en la casa por que a mi hoy ya no me toca trabajar. Mientras tomo mi café hecho en una hornalla sin llama, me dedico a escribir una postal de La Siberia para enviarla con las estampillas que me dio Carla en cuanto encuentre un buzón. estoy pensando a quien se la mando, pero a quien sea que le toque, seguramente hace mucho que no recibe al cartero con algo personal.
Related Posts

Paseo dominguero por Tigre, Puerto de Frutos y un poco más
8 agosto, 2016
¿A qué aspiran los anti-intelectuales?
29 mayo, 2017