No creo ser la única que llega a París con una huella enorme de memoria ajena sobre esa ciudad. Al final, es como que una va a comprobar que de verdad existe.
Los relatos sobre la bohemia, Cortázar, Gardel, Lepera y los cinco guitarristas…
Los relatos de exilios, las canciones, las películas. Jorge Amado y Mercedes Sosa pero también Carrie Bradshaw siendo rescatada por Mr. Big en la saga de Aleksandr Petrovsky.
Que una sola marca sirva para la bohemia, el refugio y la sofisticación es genial. Se puede ir a buscar la ropa de Carrie, a La Maga de Cortázar, la bohardilla del pintor o la tristeza de Gardel.
Yo fui a tocarla y, de paso, a comerla porque eso también es lo que se va a ver a París: sus quesos, sus fois y sus bistrós. Se ve que me gustó, porque perdí el avión y pude hacer mi propia versión anclada en París.
6 Comments
Lili
Con los entusiastas relatos y las hermosas fotos, da ganas de darse una vueltita – aunque en otra temporada, vista la cara de frío de la visitante!
carolamala
preciosuras las fotos y vos; te extraño
Carolina Ruggero
😀 sonsa! decís esas cosas y quedás como carolabuena
Ale
Tarde pero seguro veo las fotos que me encantan!
Carolina Ruggero
al fin querida! Cuando ya tenemos que ir organizando nuestro próximo book
eu
esto es ¡¡ARTE !!